Límites

Hacen falta, pues un concepto de 'libertad' que carzca de la referencia, por definición es imposible.Los opuestos se encuentran y se hacen posibles mutuamente. Esto es: somos libres, porque necesitamos límites para saber cuando nos excedemos, coartando la libertad del otro. Estos vienen dados por parámetros de distinto tipo y sentido. Un límite subjetivo, social o cultural, positivo puede ser: 'Cada uno debe ayudar de acuerdo a sus posibilidades'. Uno negativo y del mismo tipo sería: 'Nadie puede exigir más de lo que está dispuesto a dar a cambio'. Uno del tipo objetivo, psico-físico, positivo sería: 'Sólo quienes están capacitados/ son aptos, deben realizar determinadas tareas'. O negativo: 'No debe fomentarse el trabajo excesivo/ extraordinario'.Siempre está presente la idea de la transgresión, de no reconozco tus límites impuestos a mi desbocado espíritu indómito. El libre albedrío es justa// eso: conociendo los extremos, hacer equilibro ahí donde no vivamos atados a un preconcepto ni exclusiva// sujetados a nuestro potencial. Podés ir más allá a riesgo de equivocarte. Y podés volver. Pero de lo que no se sale es del círculo vicioso de creerse la seguridad de 1 corralito.