Equilibrio

Es lo que me faltaba anoche. Hecha mierda, desastrosa, lamentable, destruída son las cosas que pensé de mí, gracias a mi sorprendente visión auto-destructiva en lo que respecta a estos asuntos, y en realidad como hubiera quedado, de no ser por la buena onda de todos los que estuvieron ahí cuando más los necesité y menos podía pedirlo… Ni quiero acordarme, de sólo pensar en la bochornosa situación que le hice pasar al ángel de la noche que me socorrió en el baño, episodio que apenas recuerdo, para encima después embarrarla aún más con la escenita de latin lover que me mandé, estoy para el descenso… si tuviera lo que pienso me merezco ahora, no estaría con las expectativas que por suerte, y a pesar de todo, aún conservo.

Extrañeza

No sé qué tendría que pasar para que me detenga... estoy aceleradísima. Y confirmando mi optimismo en este asunto de la vida que ya me voy convenciendo sola nomás que vale la pena vivirla. Qué importan los malentendidos pasados, eso es historia, borrón y cuenta nueva. Lo que importa es el ahora, y saber que nadie va a vivir tu vida por vos. Es alucinante ver cómo los sueños se van cumpliendo, y lo que ayer parecía imposible es hoy una realidad. Quisiera tener la virtud de la calma, para tomar las cosas como vienen y no imaginar segundas intenciones... Al fin y al cabo, una tb tiene dcho a ser feliz, por qué no me va a tocar por fin un poquito de la tan ansiada correspondencia. Quizás algún día llegará. Ahí estaremos.

Expectativas

Cuando cierro los ojos y te veo y te pienso. Qué pasará por tu mente cuando me mirás. Somos espejos, dicen. Eso buscamos y ahí despertamos a un mundo esperado... no hay dudas, todo es armonía. Quisiera poder concentrar mis energías en algo más productivo, pero aquí estoy, tratando de hacer de las palabras un escudo y de mis deseos un aliado. Será posible que cuando al fin te encuentro vos ya estés donde no puedo asomarme a espiar, aunque sea en sueños? Pero nada es definitivo, ya lo aprendí. Sólo el silencio y la distancia, y su extremo, la muerte. Y nosotros estamos vivos. Vivos de amor y vivos de juventud. En qué los usemos y con quién lo compartamos, eso ya se verá.

Contradicciones

La necesidad de contar, encontrar, compartir. El temor y la brusquedad de la realidad. Qué somos sin nuestros altos y bajos, brillantes y sombríos, claros y oscuros. Lo uno no quita lo otro. Entonces somos producto de un sistema de significantes y significados. No vemos lo feo sino en su ausencia de belleza; lo inculto y lo bruto no aparece sino frente a lo refinado. Nos debemos a nuestras diferencias. Aceptarlas, nuestras deficiencias. No llevemos al extremo lo que hoy creemos nuestras verdades a ciegas; no somos sin el otro, no porque no seamos uno, sino porque aquél completa el concepto. Lo opuesto. El complemento. Allí radica nuestro fundamento.