16.5.07

Agujas

Puntadas espaciadas al comando implacable del taladro agujereador. Derrumbes parciales con intensa actividad. Cornisa para todas direcciones. Desplantes a toda hora. Inseguridad que es la carta y la lápida. Esculturas lánguidas hermanas del vacío. En sus brazos acuosos, las espinas absorven el último elíxir de vida, apoderándose del ambiente como señoras del mundo hostil, viciado y acuciante en que se ha convertido aquello que antes era fuente de energía, solaz e inspiración. Fueron pinchando todo vestigio de bocanadas esperanzadoras. Arañaron las ropas dejándolas como harapos. Desgarraron las raíces mismas del optimismo, fueron testigos de la lucha histérica protagonizada por uñas y dientes que desplazaron a la palabra y entendimiento de un gesto de manos o una sonrisa a flor de labios. Ya nadie ni siquiera sentía nostalgia por las cosas de ayer. Tan consumidos en la última batalla por subsistir como estaban. Aunque la naturaleza es sabia x sí misma, entonces ya no hacía falta pelear. Instalado el nuevo orden, sólo quedaba conformarse. Los únicos inadaptados, los q siempre necesitan justificarse, olvidaron eso detrás del alma q en algún momento, asustados o resignados, decidieron vender.

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