26.2.07

Espeso

Atribuyo uniformidad de tesituras a las actitudes ajenas que me descolocan. Y en vez de despejar mi centro, me vuelvo contra sus portadores. En el momento, es el antídoto que mejor funciona para calmar la furia, que a la postre me carcome por dentro. Es medio complicado de explicar. Lo básico sería que si bien no lo demuestro, mi reacción normal es la descalificación del agente de la agresión. Eso lo separa, al menos durante el tiempo necesario para olvidar la desinteligencia y pasar a otra cosa. Mariposa. Pero dsp viene el complejo. No es culpa lo que se acumula. Pero de todas maneras se vuelve contra mí. Digamos que la diferencia radica en que no me arrepiento, ni quiero cambiar lo que desde un primer momento fue como el escudo frente a las municiones pesadas. El problema entonces se resume en la reiterada incursión en un mecanismo que se supone de emergencia, y no adoptar las medidas necesarias para dejarlo por regla general. En síntesis, yo sé que no voy a cambiar al que me hace mal. Y como yo soy tan buena, no devuelvo el golpe. Sin embargo, cansa ser tan buena. Sobre todo porque la comprensiva, la dulce y paciente, también pasa a ser la pesada, la incomprendida… Dsp de todo, quien puede comer tanto chocolate (que aunque muy rico tb empalagoso) q dsp no se sienta enfermo del dolor de panza. Y eso pasa, y no es que me queje. Simple// quisiera ser (para alguien), y no sólo no ser para el resto. Ya se me va a pasar.

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