6.2.07

Encanto

Absurdo azul profundo partiéndose al brumoso oleaje que arrastra de vuelta pequeñas alhajas repartidas. La bocanada de luz encandila la visión, que se discierne entre arenas blancas y pecesitos de colores. Profusa vegetación da un marco selvático a la postal paradisíaca, y en su cuna se mece con el mar, la playa escondida, única, embriagante a la cortina de haz brillante que desprende sobre el manto calmo del océano, la moneda de plata colgada del firmamento. Hamacas olvidadas cruzan las ramas fuertes de las palmeras, y al sol despiden su color, los hilos de la ropa gastada que dejaron los visitantes presa del desenfreno desatado por sus reflejos en el espejo de agua, mientras aún humean los improvisados fogones crispantes. Tan absurdo, tan profundo, que el azul se fue tiñendo: palideciendo, compadeciendo a su entorno; las arenas perdieron el fulgor, robado a sus pies, y todo se vio enmarcado x la muestra q habían dejado aquellos q le quitaron la virginidad a tan preciado lugar. Nada sería como antes, y cada día superaba al anterior. En cuando perdió esa magia inicial –que aunq connatural, desnaturalizada- la playa dejó de ser especial. Y se volvió turística…

1 comentario:

ensimissmundo dijo...

Qué bajo que sólo los f***ing spammers me halaguen el blog...