14.2.07

Drums

Me estresa que se me esacabulla tanto el objeto de mi deseo. Si ya intenté y me cuesta horrores, imaginate de hecho que me de cuenta de la incoherencia: Quiero tener los pies en la tierra cuando mi cabeza vuela; cierro los ojos cuando quiero andar con todas las luces; justifico todo cuando en realidad me parece que está mal. Empezar de abajo cuando no veo la hora de estar arriba. Qué paradoja. Me piden que no me caiga. Y estoy siempre sobre mis deseos. Entonces el problema soy yo, que no advierto los golpes de aviso, ni acuso recibo. Y menos devuelvo. Duro con ellos. Mi paciencia es de hierro para esperarte. Porque sé que te importo. Y no sabés cuánto te necesito. Valoro que me dejes juguetear con la idea… pero ya va quedando poco para darle vueltas. Y se vuelve repetitivo. Como historia conocida. Y no quiero nada de nadie. Voy luchando cada día con estos valores. Porque sé que puedo. Y entendí que somos lo que construimos para nosotros. El otro está para que nos reflejemos en él y viceversa. Pero está en cada uno… Pensar que una vez me intenté convencer que podía ser mutuo. Ahora, en verdad, lo dudo.

No hay comentarios.: