26.7.07

Lean

Encaré para la boletería: "Una para Match Point, cerca del fondo, en la punta y sin nadie al lado". La mirada azorada de la vendedora, me puso frente al espejo de los peores vicios de mis cien años de soledad. "Bueno, no me mires así --susurré-- es que no me gusta que me mastiquen pochoclo en la oreja". Sin decir agua va, retiré mi entrada, enfilé para el candy bar y compré el popcorn "mais grande do mundo". Como perro con dos colas, me despanzurré en mi butaca ermitaña y me sumergí en Match Point. El mundo se detuvo por un par de horas.

El show del boludo es el espectáculo más popular. Aquí, en el subte y en la China, aunque allá los boludos tengan otro nombre más difícil de pronunciar.

Estuve a un tris de interrumpir la charla y pedirles que -por amor a Dios- tomaran conciencia de la inconsciencia que estaban por cometer. Conciencia de que "hasta que la muerte los separe" es apenas un hermoso slogan...

Prefiero un recuerdo mágico a una reedición decepcionante.

Las tardes de domingo son mi obsesión. Ya entiendo por qué aumentan los suicidios en los días de guardar, que no son otra cosa que días de sinsentido.

Falta una semana para el Día del Amigo y ya estoy hasta los ovarios. No sólo por la catarata de publicidad de bares, restaurantes y fondas diversas, sino por los amigotes que empezaron a salir de debajo de las napas, cual invasión de Tortugas Ninja.

Había cuatro parejas -todos demasiado encantadores para mi gusto-, un puñado de niños que correteaban y pegaban alaridos viscerales y una treintañera sola y desubicada: yo.

Hoy es San Valentín, el Día de los Enamorados, y como dicen en España, "a mí me la suda". Hoy, San Valentín, la estupidez y la cursilería invaden el planeta. La fecha también viene de perlas para enrostrarme que estoy sola. [...] no entiendo por qué cuernos festejamos cosas importadas. Los fantasmas de Halloween también me la sudan. Al igual que Papá Noel con sus ciervos cornudos transpirando en nuestros tórridos veranitos.



Cómpren:
Monólogo de una mina sola, Valeria Schapira, 1era Edición. Colección sin(b)ergüenza, Ediciones. B, grupo Z, 2007. "Un libro que desafía a la desesperanza y a la monotonía"

No sé demostrarlo con la suficiencia que desarrolla esta mina en su obra, pero si les gusta ensimissmundo, tienen que leerla. Y después me cuentan.
O a ella.

Es como un referente para este blog, ya.

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