3.3.07

Apnea

Desde chica, hacer cosas que para el resto era algo raro, era lo más normal en mí. Hablo de bucear con tubo de oxígeno con papá en una playa de Brasil, y llevarlo hasta las lágrimas cuando salíamos del bautismo o “prova de mar”, yo con 8 años y canturreando inocente//: “¡MdA buceando con su Papaaaá!”…Hablo de escucharlo repetirme que yo podía hacer lo que proponga, “hasta volar si quiero… pero a mí la computadora no me gusta”, le retrucaba viéndomelo venir. Y él me decía siempre que nunca me iba a fallar, ni aún bajo el agua. Y yo pude asomar la nariz y ver que afuera, sin ese tipo de presión, tampoco era la panacea. El aire enrarecido y viciado terminó por quemarme peor la cabeza. Ese lapso al que siempre me refiero, aunque sea por elipsis. El que oculto en la más presentes de las existencias. Ese período negro donde simple// no podía hacer esto: liberarme, desahogarme, en una palabra. Están estas condiciones que son claves, como vivir de esta manera exigida pero acostumbrada; pero ahora no es distinto; creo que lo que cambió fue que antes no podía canalizarlo. Y haber creído que esa amiga que bancaste a full, iba a hacer tanto para que te termines de caer. Y seguir metiendo presión aún dsp del alejamiento. YO no soy inocente. Pero tienen que reconocerme, que para vivir así de condicionada, todavía respiro. Y xq alguna vez del otro lado del tubo, estuvo TU VOZ.

No hay comentarios.: