19.9.06

Estelar

No me considero menos q la protagonista de mi propio cuento. En ocasiones tiene un ritmo frenético, a los tumbos o aplacado, con intermitencias en el relato q crean pausas, reflexivas o curiosas, con un narrador omnipresente y volado la mayor parte del tiempo, como queriendo saber todo y haciendo efectiva// poco y nada. Y sus nudos, remansos q juntan flores, o enredaderas injustificables de intriga, impotencia o ambivalencia. Para llegar a encrucijadas, y donde aparecen sapos y serpientes, príncipes y doncellas... yo todavía no se para donde ir. Entonces como una pesada herencia q no cobré xo reposa sobre mí, cae impasible la cortina de la realidad, poniendo matices donde no los había, y brillo y contraste allá y acá, haciéndome ver lo q es importante y lo q no lo fue nunca. Ahí dibujo un final, sobre la marcha, q incluye risas, juegos y... sueños. A dormir.-

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