31.7.06

Lectura

Dije q no. Q me abstendría. Distante como fría, entonces iba a ver q hacía; muy desorientada, sólo abría los ojos xa no seguir soñando. Pesadillas. Xo mientras no podía dormir estaba a mil, el corazón acelerado; esto me llevará a algún lado? No se, tuve q responderme al fin. Y así hice, sin saber q hacía: con mi tiempo, con mi vida. Claro, ellos siempre están, eso ya lo sabía. De niña. Quiero seguir siéndolo todavía. Y no tener q enfrentarme a los cambios inconsultos de mi ánimo, cuando siempre supe como era. Imprevisto. Cierro la página, trago mi bocado light, todo menos yo. Esa sensación recurrente, q ya conozco, y q cada vez me molesta menos. Recurro a la lectura, sana compañía. Mientras leo me acuerdo cómo somos: lo q nos enseñan desde temprano en la casa... De la mano. Dame la tuya.

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