5.6.06

Tren

La maldita rutina de acostumbrarnos, en esa cadena interminable de excusas para no enfrentarnos al precipicio; olvidamos el principio, ni qué pensar de la meta. Pero todos vamos a bordo, algunos con mayores comodidades... lo que no indica que esos sean los más contentos. Algunos tramos son más fáciles, incluso existen trechos en que el ruido se aleja y no necesitamos preocuparnos en hacerlo seguir su carril. Cuando ¡zaz! despertamos del entumecimiento y las pupilas sucumben al frenesí q ahora retoma el rumbo; y no es previsible el siguiente empalme, xq 2 mundos se entrecruzan y mientras uno indica los peligros el otro los burla, y si aquél tiene un itinerario prefijado, éste lo desecha de antemano y no sigue derecho ni gira a ningún lado: se eleva y hace 2 vueltas completas y cae con toda su fuerza... Descansa, por fin.

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