2.3.06

Inconclusa

La historia de cada día se advierte en las pequeñas cosas que hacemos para cumplir con nuestros objetivos, darnos un gusto o simplemente pasar el rato. A veces resulta difícil equilibrar todos estos valores en la balanza del tiempo, que incorruptible avanza hacia la consecución de sus propios y justos fines. Es que no importa como decidamos, individual o grupalmente, pasarlo porque indefectiblemente del otro lado de una fecha, un acontecimiento de importancia, o de trascendencia personal exclusivamente, ahí nos encontramos. Y nos escudriñamos para reconocer un cambio (a veces más complejos porque son internos), o una aseveración en el otro de que somos lo que queríamos ser, o lo contrario; o la total cara opuesta de un pálpito, sobre cómo creíamos que iban a resultar ciertas cosas, se nos vuelve cotidiana. En fin, un sinnúmero de historias, de origen conocido pero destino incierto.

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