26.9.06

Desolación

Indescriptible sensación de sinsabor, revulsión hacia el género humano, el cajón de manzanas podridas que descompone la última fruta sana. Y odio generalizado. A lo que escapa del más elemental cuidado de las cosas. La falta de control, q no falta si se trata de algo mío. La propiedad; el valor útil, de cambio o de afecto… y su desprecio como un ataque a la persona. El motor sigue girando, pero falta un engranaje. Y yo no recupero la confianza en el mundo hasta no tener este diario en mis manos otra vez. Y ganas de contarlo pero no encontrar el destinatario a la medida de los acontecimientos internos y circunstancias externas. Querer desprenderse y, como si se tratara de un premio consuelo, ver lo q soy por dentro, e intentar, una vez más no necesitar. De nada ni de nadie. Y de la propia actitud, potenciar la serenidad.

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