Dados

Entonces las cartas van mostrándose prometedoras y descubren su facilidad para mezclarse bien con las otras figuras y colores del mazo. Así como el azar traza la suerte de un dúo cómico, pasando la prueba, a la postre la segunda (y adelantada del resto xq me toca viajar)… Dar de a 2, dando dos dedos de frente al adversario para hacer valer el desafío. Dados los conocimientos, corresponde anticipar el buen santo. Para el juego, sí. Tb la experiencia como peine para el calvo. Yo todavía uso los dedos para acicalarme, así que sería como una prestidigitadora, aunq un buen cepillo no viene mal, como ayuda externa, para mecanizar el proceso y darte así, si no humanidad, rasgos q son apreciables x ésta, como la prolijidad y uniformidad. Y revolear todo y empezar de nuevo. Dos tantos. Como vos y yo.