Amanece
Se ciernen las cenizas de una noche de comezón interna y ronchas superficiales, depositándose en los rincones más expuestos de mi alma, agotada por el llanto contenido de horas de profunda introspección, exageradas por un espíritu combativo, que a la hora de acusar recibo de los golpes más bajos, se somete al peor de los castigos: mi juicio de disvalor. Y el remordimiento x no tener una vía de escape, x vivir en la cornisa, y xq me pasa esto a mi? Y amanece más tarde. Sucede el orden normal de las cosas. Mirada hacia adentro: afuera sólo hay un clima hostil, por lo menos xa mi emotividad, y no surge como respuesta natural la venganza. Antes bien, a la indiferencia otra dosis de lo mismo. Se neutraliza la agresión, xq tampoco hay provocación, ni defensa. Aquello se materializará dsp, en el espacio reducto del cubículo en el q viajamos. Y hay armonía, entre ellos… sólo q yo no la comparto. Y no es q sea egoísta. Es un parto.
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